Este espacio se ejecutó como un vaso de decantación de la actividad minera de explotación de la potasa que se realizaba en Subiza. Una vez finalizada la actividad minera, este vaso ha quedado en desuso y en el espacio ha quedado como un humedal de carácter salino, cuyo nivel de lámina de agua depende de las precipitaciones.
Una parte del mismo se encuentra en el Valle de Egüés, en el término de Badostain. Hoy en día, se ha convertido en un humedal de gran importancia tanto para las aves acuáticas como lugar de parada en la emigración de las aves en Navarra. A lo largo de estos años se ha implementado también a su alrededor una serie de pequeños humedales de agua dulce que favorece la presencia y alimentación de algunas aves, así como la expansión y conectividad de un grupo en declive, como son los anfibios.
Se trata en la actualidad de un lugar de gran valor natural, donde existen especies de aves que sólo se reproducen en este punto en Navarra o albergan especies escasas en el territorio navarro.