LA GUIA DE LAS HUELLAS Y SEÑALES DE LOS ANIMALES DEL VALLE DE EGÜES
El Valle de Egüés es sin duda una joya natural a pesar de su cercanía a Pamplona. En sus bosques, prados, campos de cultivo, ribazos e incluso en sus bonitas zonas ajardinadas esconde tesoros naturales dignos de sacar a la luz. La realidad es que no es fácil mostrar la vida salvaje de un territorio como éste, fuertemente antropizado, precisamente por esa cercanía a la capital y por las numerosas infraestructuras viarias, industriales…existentes. Pero también incluye bonitos pueblos, bien cuidados, que con jardines y bosques circundantes acogen una gran diversidad de fauna que tiende a pasar desapercibida ante la ajetreada mirada de la población de este territorio de 50 km2.
Dar a conocer esa biodiversidad, esa riqueza natural, es precisamente el objetivo, tanto del Ayuntamiento del Valle de Egüés, como de los autores de esta publicación, una familia que llegó al valle hace tan solo 4 años, pero que desde su aterrizaje aquí en plena crisis Covid, supieron ver el potencial natural de este Valle.
Así pues, esta familia, a través del Servicio de Rastreo Forestal (SERAFO), planteó la idea de rastrear durante cuatro estaciones este territorio, para precisamente redescubrirlo a sus habitantes y visitantes, el Ayuntamiento del Valle de Egüés, comprometido con el Medio Ambiente, aceptó el reto de editar el material conseguido tras los rastreos.
El resultado habla por sí solo. De esa investigación, ha nacido una vistosa e interesante publicación, la “Guía de las huellas y señales de los animales del Valle de Egüés”
A través del rastreo los autores han localizado e interpretado diferentes rastros y señales que la fauna origina en su día a día, traduciendo esas crónicas que transcurren en los bordes de humedales, entre las masas de pino, en los roquedos, en los bordes de cultivos adornados de rosales silvestres… y también en los jardines, las rotondas y hasta en la puerta de nuestras casas. Corzos, jabalíes, tejones, garduñas, pero también cuervos, urracas, mirlos, herrerillos, abubillas, así como los muchas veces menospreciados “sapos y ranas” además de un sinfín de invertebrados, son los protagonistas de esta guía que recoge por primera vez las huellas y señales de los animales que podemos considerar vecinos de nuestro Valle.
Ahora con esta obra, el Valle de Egüés se pone en valor una vez más, en esta ocasión a través de los indicios que los animales que comparten con nosotros el medio urbano, rural y forestal, con ella podemos convertir cada paseo en un momento de descubrimiento, de conexión con la naturaleza, de aprendizaje de lo que aún tenemos la suerte de disfrutar a la puerta de nuestras casas.
La puesta en marcha de iniciativas como ésta del Ayuntamiento de Egüés y el Servicio de Rastreo Forestal (SERAFO) son importantes y necesarias en nuestra sociedad cada día más desconectada de la naturaleza, ya que permiten acercar a todo tipo de público la realidad viva y natural que nos acompaña día a día, desde la sinfonía melódica del amanecer con los estorninos en los tejados, la vigilancia de la tórtola turca desde la cruz de la Iglesia del pueblo de Egués o las urracas “siseando” a los perros que pasean con sus dueños. Acciones culturales como esta, son la mejor huella que un ayuntamiento puede dejar, demostrando así su interés en la conservación del medio natural, al facilitar a la ciudadanía el mejor conocimiento de la riqueza natural de la que somos responsables. “Conocer para conservar, conocer para proteger”
En un placer poder hojear este legado, una obra compacta, a la vez que atractiva y curiosa, que invita al lector a volver a salir a pasear por lugares tan diferentes como Sarriguren o el Paisaje protegido de Elia, o simplemente a abrir la ventana de casa, pero esta vez haciéndolo con los cinco sentidos y con un nexo de unión con la naturaleza así recuperado.
Los autores, Paloma Troya y Fernando Gómez, con la ayuda de su hija Elvia, han sabido reflejar en esta guía el cariño que tienen a la naturaleza y al valle que les ha acogido, involucrándose así en la conservación y divulgación de la vida salvaje del Valle de Egüés.
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