El Valle de Egüés está conformado tanto por zonas netamente urbanas (Sarriguren, Olaz y Gorraiz) como por zonas rurales. Dentro de estas zonas rurales encontramos dos zonas netamente diferenciadas, una norte y otra sur. La zona norte del Valle es un mosaico entre los aprovechamientos agrícolas y el espacio forestal. En él se encuentran espacios de alto valor natural, como los Paisajes Protegidos de Elía y Egulbati, el señorío de Amocain o Eransus. Vertebrando el territorio discurre el río Urbi, en el cual desembocan una serie de regatas con una vegetación de ribera todavía conservada, como la regata Urbicain o la regata Sagaseta.
En estos espacios las regatas cobran un valor importante como corredores ecológicos para los mamíferos y por ello es muy importante su conservación y mejora. El estudio realizado por GAN en 2017 demuestra esta importancia y la riqueza faunística de estos lugares.
Los pasos de fauna ejecutados en la N-150 para el paso de visón europeo en el Río Urbi en 2016 a través de un programa CAIXA, son muy interesantes para los mamíferos carnívoros de pequeño tamaño que hasta ahora morían atropellados al cruzar esta carretera.
Marta, garduña, gineta, comadreja o incluso el escurridizo y escaso visón europeo, utilizan estos corredores ecológicos ejerciendo una importante labor del control de los roedores ligados tanto al medio acuático como al medio agrícola. En estos ríos y regatas de la zona norte del valle son zonas de caza y reproducción para la nutria.
La zona sur del Valle, más agrícola y con regatas y riberas peor conservadas son un freno al desplazamiento y presencia de estos mamíferos. No obstante, se encuentra la balsa de Escoriz-Zolina, lugar que está acogiendo una gran diversidad de aves ligadas a zonas húmedas y de esta forma tiene un alto valor ecológico.