El señorío de Echálaz aparece ya documentado como “Exalaz” en 1087, con motivo de la donación de una viña de su término al monasterio de San Agustín de Larrasoaña, que a su vez dependía de la abadía de Leire. Su historia siempre ha ido paralela a la del resto de pueblos que forman el Valle de Egüés, aunque hasta comienzos del XIX gozó de una administración peculiar.
El conjunto del Señorío de Echálaz fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2001.
La casa señorial se mantiene en buen uso, así como algunas de las dependencias anexas. Es necesario rehabilitar la torre medieval y los edificios de la antigua escuela.